Por Sole Gonzalez Alemán
Ni la inundación del 2013, ni el avance de las pantallas en todas sus formas, ni siquiera una pandemia mundial han logrado que este espacio sagrado ubicado en el corazón de Saavedra reduzca su labor cultural y social. Todo lo contrario, la Biblioteca Popular Cornelio Saavedra continúa reivindicando el lugar del libro como protagonista de un ritual que sigue siendo vital.
Durante la pandemia este espacio tan querido por sus vecinxs se reinventó y reformuló todo lo que fue necesario para que lxs socixs sigan retirando libros. Los talleres culturales continuaron de forma virtual y la cartelera se mantuvo llena de propuestas. El equipo de personas que lleva adelante la biblioteca no se detuvo, y con todos los cuidados correspondientes mantuvieron viva la llama de un lugar, que renueva todo el tiempo su misión: la de ser un faro que alumbra la curiosidad, el asombro, las ganas y el entusiasmo de miles de vecinoxs.
Y como si esto fuera poco, durante la pandemia se inauguró el Espacio Infantil, una sala ideada especialmente para lxs mxs chicxs. Por este motivo, Revista Industria Argentina conversó con Silvia y con Daniela, quienes coordinan esta nueva propuesta de la biblioteca de inmenso aporte para la cultura del barrio y alrededores.
Soledad de Revista Industria Argentina: ¿Qué lugar tienen ustedes en el armado del Espacio infantil?
Silvia: Es un espacio que la biblioteca se merecía, que fuimos construyendo con el apoyo de muchas personas, con aportes de ideas y muchas horas de trabajo voluntario de socios y amigos de la biblioteca.
En este momento Daniela y yo, estamos a cargo de la clasificación de los libros, su ingreso al catálogo así como de hacer conocer a través del Boletín la muy buena colección de libros con que cuenta la biblioteca.
Consultamos con especialistas y bibliotecarios de literatura infantil y juvenil y decidimos clasificar los libros no solo teniendo en cuenta la edad biológica de chicos y chicas sino también sus experiencias lectoras. Hay un interesante debate en relación a este tema que seguimos con atención. Así es como encontramos un modo de clasificar los libros que tiene en cuenta ambos criterios, la edad biológica y los géneros literarios.
Daniela: No queremos que el criterio de edad sea una limitante para chicos y chicas que están interesados en una temática o en un género en particular.
Silvia: O que tuvieron más experiencias lectoras, o más estímulos en el colegio o en la casa. Por ejemplo, hoy vino un chiquito de 4 años, ya es la segunda vez que viene, no lee todavía pero conoce muchas historias y cuentos a través de sus padres lectores, entonces elige libros que fueron escritos pensando en chicos más grandes,en lectores autónomos.
Soledad: ¿Cuál es el origen de la idea de esta sala? ¿Cuándo y cómo surgió la idea?
Silvia: El origen del Espacio Infantil fue la identificación de una necesidad de la biblioteca.
Desde que llegué como voluntaria, hace un poco más de dos años, vi que faltaba fortalecer y desarrollar la sección infantil de la biblioteca. Comenzamos de a poco a organizar los libros que ya había y los que se iban sumando a partir de donaciones y de las compras que hizo la biblioteca. La biblioteca siempre tuvo una gran cantidad de socios adultos, pero en los últimos años, se fueron instalando en el barrio familias jóvenes con chicos. Muchas de ellas comenzaron a acercarse y asociarse a la biblioteca, para que los chicos pudieran retirar libros. Esto significó, además de un cambio en la composición etárea de los socios, un aumento de la cantidad de asociados. El préstamo de libros a los chicos (que cada vez son más en el barrio) resultó ser una de las razones que sumaba más socios a la biblioteca.
Soledad: Dani, ¿qué te motivó a colaborar con el Espacio Infantil?
Daniela: Yo estoy haciendo un terciario en gestión cultural, me interesa el tema de la lectura y de las bibliotecas. Vivo cerca, y cuando ví que existía este espacio cultural me acerqué para ofrecerme como voluntaria. Vengo de un pueblo chiquito, de la Provincia de Buenos Aires, y siempre tuve una relación muy cercana con la biblioteca.
Me re identifico con la sala infantil porque desde que conocí la biblioteca, cuando tenía 7/8 años, no dejé de ir, tengo una relación muy estrecha con estos espacios.
Por otro lado, estamos viendo con Silvia, cómo ha evolucionado el género infantil y juvenil en estos últimos años. Hay grandes cambios, desde pensar en las infancias como múltiples y diversas a abordar en los libros temáticas que antes eran consideradas inconvenientes para los chicos y chicas..
Silvia: hay investigaciones y estudios que revalorizan la etapa infantil y adolescente. No hay una infancia única, hay infancias plurales, diversas. Y esto responde a muchas transformaciones en el terreno social y cultural.
Soledad: ¿Cuáles son las transformaciones principales que dan cuenta de esta nueva mirada acerca de las infancias?
Daniela: Un ejemplo, en esta perspectiva, es el cambio en el nombre del día del niño. Hoy hablamos con naturalidad del Día de las infancias, pensando en un término más inclusivo, que incluya a los diversos géneros y minorías, a los chicos de distintos sectores sociales, de diferentes culturas. Otro tema , donde se muestran estos cambios es en la aceptación de otros modelos de conformación de las familias, que también reflejan los libros y que son muy diferentes a las familias modelo de cuando yo era chica. El término infancias incluye muchas cosas que antes no estaban incluidas, y a su vez se ven reflejadas en el contenido de los libros, en los textos, las imágenes, el cuidado de las ediciones.
Silvia: Estos nuevos libros están apelando a nuevas y a diversas infancias. Ya no se piensa en que un chiquito de, por ejemplo 4 a 6 años, tiene que circular por un único lugar de la biblioteca, sino que ésta esté disponible con toda su oferta. Es desde esta perspectiva que se piensa y se diseñan los nuevos libros. En estos también la imagen ya no es solo la ilustración del texto sino que es parte del libro y construye también sentido. Así cada lector se apropia de los textos y de las imágenes y va construyendo su propia experiencia lectora.
Antes se pensaba que aprender a leer era aprender a descifrar las letras y encontrar el significado del texto. Hoy leer es mucho más. Es pensar qué vínculos establecen los chicos y chicas con la historia, con los personajes, qué dice de ellos mismos, de su vida, de sus sentimientos. En los libros no hay moralejas, no hay vidas ejemplares, no hay modelos a seguir. Se está lejos de pedirles a los lectores y lectoras «la» interpretación perfecta, única o correcta, sino que se acepta y se espera que los chicos hagan diversas interpretaciones, las cuales se respetan y se tienen en cuenta.
Soledad Todas estas transformaciones están dadas por causas que convergen claramente en el ámbito social, político, cultural. Las luchas por la ampliación de derechos, la política de género, ESI (Educación Sexual Integral). Entiendo que la ESI ha sido una de las grandes influencias en esta nueva mirada de las infancias.
Silvia: Sí, como bien decís, las luchas por la ampliación de derechos, se extiende también a la conquista de los derechos culturales. Y las bibliotecas son ámbitos que promueven el derecho a la lectura, a la cultura.
Es interesante ver cómo fue evolucionando la conquista de los derechos. En el siglo XVIII y principios del siglo XIX se conquistan derechos civiles y políticos. Durante el siglo XIX y parte del siglo XX se logran alcanzar varios derechos económicos y sociales. El final del siglo XX y el siglo XXI se caracterizan por la lucha por los derechos culturales, el derecho a un medio ambiente sano, los derechos de las mujeres y de las minorías, entre otros.
La escritora Graciela Montes escribió en el 2006 un libro que se llama “La gran ocasión», en el que muestra cómo la escuela es “la ocasión” para que los chicos y chicas se pongan en contacto con los libros y la lectura. Es un libro maravilloso, ella lo habla desde el ámbito escolar, pero yo lo traslado para pensar el lugar de las Bibliotecas Populares , también como las “dadoras de ocasiones” para ese encuentro entre los chicos y chicas con libros, autores, ilustradores, historias que los apasionen.
Pienso que la fortaleza de este Espacio reside justamente en estos dos elementos, generar ocasiones para el encuentro con libros y autores y al mismo tiempo promover el derecho a la lectura.
Daniela: Sí, y pensar que los chicos mismos construyen su propio sentido, y así considerarlos como sujetos de derecho y no como personas que responden al mandato de sus familias.
Silvia: De alguna manera, la finalidad de la lectura es construir subjetividades más libres, más críticas, más conectadas con el mundo que los rodea, con la posibilidad de ver ese mundo de una manera distinta también.
Soledad: ¿Qué expectativas tienen con el nuevo Espacio Infantil?
Silvia: La expectativa es que este espacio infantil crezca, empiece a tener vida, con variadas propuestas y actividades, que los chicos y chicas encuentren buenos motivos para acercarse, lo cual no sólo depende de los libros, de nosotros y de los lectores, sino también de la calidad de las actividades que propongamos. Por ejemplo, Pía Cordova (coordinadora de los grupos de narradores de la biblioteca va a organizar la hora del cuento, una Bebeteca invitará a leer a madres con sus bebés e hijos pequeños. La premisa es acercar los libros a los chicos.
Aún no está habilitado el ingreso a la biblioteca. La atención a los socios es desde la puerta de entrada. A medida que se termine la pandemia, vamos a ir abriendo los espacios y pensando en actividades para que los chicos no solo vengan a buscar libros para llevárselos a su casa, sino también que puedan disfrutar del espacio y de las propuestas.
Daniela: yo vengo a colaborar los días que no viene el público entonces, aún no tuve mucha relación con los chicos. Espero, cuando se abran las puertas de la biblioteca, poder transmitirles lo que a mí me pasa con los libros. Quisiera contarles que tuve una infancia con muchas necesidades no cubiertas y que los libros fueron fundamentales en mi crecimiento. La biblioteca fue un espacio poderoso para construirme como sujeto y me gustaría poder transmitirles que las necesidades y las carencias no implican necesariamente que la cultura no esté presente. Esto me gustaría compartir en este nuevo espacio.
Soledad: Yo creo que tiene que ver con la multiplicidad de factores que constituyen la subjetividad.
Daniela: Las Bibliotecas Populares tienen ese rol fundamental, difundir la cultura para que llegue hasta el último rincón.
Soledad: Bueno chicas, las felicito. Han aprovechado la pandemia, y esto es un gran ejemplo de cómo hacer de una amenaza, una oportunidad. Les agradezco muchísimo por la conversación.
Info de la Biblioteca Popular Cornelio Saavedra:
García del Río 2737
Tel: 4701-5180
Mail: bibliotecapcsaavedra@gmail.com
Instagram: @bibliotecapopularsaavedra
Facebook: Biblioteca Popular Cornelio Saavedra
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