SÓLO UN PARQUE
Cuando se escribe la historia ella puede ser adornada con mitos y leyendas. Puede estar conformada con verdades o con las más exitosas mentiras. Tomemos por ejemplo nuestro Parque Saavedra. Cuando el juez de paz de Belgrano, don Florencio Emeterio Núñez inauguró la estación llamada “Núñez”, fundó el barrio de Núñez y ya que andaba fundando, fundó Saavedra y a nuestro parque se lo llamó “El paseo del lago”. Hoy circulan versiones de que por allí andaba Borges, su amigo Bioy, Marechal buscando las puertas del infierno en un ombú y Cortázar confirmando que esas puertas estaban en Saavedra.
Lo que voy a enumerar ahora no tiene nada de mito ni de leyenda ni de mentira exitosa. Puedo decirlo porque todo lo que cuente yo lo presencié. Diciembre del 2012, desembarca en el parque la empresa Proobra para hacer doscientos metros de cemento con tres fuentes. La desopilante explicación de unos comuneros fue que nosotros no nos dábamos cuenta de la cantidad de novias y cumpleañeras que vendrían a sacarse fotos en las fuentes. Semejante obra la paramos los vecinos. Tres días después se inunda el barrio, le pedimos a la comuna un plan de contingencia. Lo negaron. Menos de tres meses después, el 2 de abril, el barrio se vuelve a inundar, esta vez mucho peor, mucha gente pierde todo y mueren seis personas. El plan de contingencia hubiera podido evitar eso. A partir de allí hubo marchas, asambleas asesoradas por profesionales, pedidos, sugerencias de obras, se bajó al arroyo y se fue a la desembocadura, y en general hubo indiferencia y desidia de parte del gobierno de la ciudad.
En una reunión con los ingenieros hidráulicos en la que les llevamos estudios sobre la cuenca del Medrano, sobre la desembocadura y muchos argumentos muy elocuentes, la mesa de ingenieros hidráulicos sólo atinó a mostrarnos un video de Youtube que no estaría mal si no fuera que lo habíamos subido nosotros. Más adelante, en una asamblea en el club All boys, antes de tener que irse por la puerta de atrás Larreta nos dijo textualmente que “para que se repita una inundación como la que habíamos sufrido iban a pasar “exactamente cien años”. Poco antes otro ingeniero hidráulico, parado sobre la lomita nos dijo con pasmosa seguridad que el arroyo Medrano es “autolimpiante”. Poco después mandamos una muestra del agua a la defensoría del pueblo que en su informe nos dijo que el agua estaba híper contaminada (tener en cuenta que es el agua que al saturar el arroyo entra a nuestras casas). Estos cráneos mandaron al barrio Mitre una delegación para ver cómo se podía solucionar el problema. Las conclusiones finales de esa delegación fueron que había que amurallar el barrio Mitre. Luego vino una asamblea convocada por ellos en el San Jorge para tratar de convencernos de un eufemismo al que llamaban “poner en valor el parque”, que no era otra cosa que poner un bar, hacer más caminos y enrejarlo. Un arquitecto que se creía que nos estaba dando clases de arquitectura paisajística cuando alguien le nombró a los muertos en la inundación tuvo la feliz respuesta de que “muertos hay en todos lados”. Y en una época se les dio por hacer unas lonjas de cemento sin explicación alguna, sin ningún cartel de obra, y sin ningún responsable. Cuando las sacamos a medias, vino la policía y nos dio la razón, e incluso un par nos ayudaron. Al otro día el lugar amaneció como si no hubiera pasado nada.
Después de todo esto el gobierno de la ciudad decidió juntarse con los “vecinos” varias veces a las ocho de la mañana en un bar y con mucha custodia.
Remarcó que sólo hablo de lo que yo vi y escuché, el resto, con datos y precisiones y nombres de los funcionarios está atesorado en la biblioteca popular Cornelio Saavedra y quien quiera verlo sólo necesita ir y pedirlo. También está en la página web “Asamblea Saavedra vecinos inundados”. A los que dicen en este muro, supongo que sin mala leche, que nada nos viene bien y nos quejamos de todo quisiera que me expliquen después de todo lo dicho cómo creerles a estos tipos, cuando la desidia y el ninguneo siguen vigentes. Es otro capítulo contar qué intereses había y hay detrás de cada una de las obras que hicieron y que hacen y cómo sigue creciendo la prepotencia de los funcionarios.
Tal vez valga esta explicación aunque sea obvia, los espacios públicos, por ser precisamente públicos son pertenencia de la comunidad. Los gobiernos creen ser sus dueños pero no lo son, son simplemente administradores de estos espacios y cualquier reforma debe ser consultada con los vecinos y consensuada con ellos. De más está decir que Ba elige es un engendro fuera de la constitución.
Quizá el tema sea que hace mucho tiempo en el parque, en todo Saavedra y en toda la ciudad la historia la escriben los que ganan y a los gritos, como cuando alguien nos dijo “no se inunda más, no se inunda más, carajo” o alguien quiere descalificarnos diciéndonos que somos cuatro. Por último, decirles que si sumamos la planta reguladora de gas del tamaño de una pileta olímpica que quisieron hacer en los noventa hoy el parque tendría más superficie de cemento que de verde. Seamos cuatro, cuarenta o cuatrocientos es nuestro deber defender el parque y no ser cómplices de los caprichos y los negociados.
Ernesto Garabato
Deja tu Comentario